Desde hace tiempo, he estado rodeada de personas que consideran que el ser “bailarín” es sinónimo de sujeto que viste con harapos, que no puede costear una vida digna y además debe regalar su trabajo “para darse a conocer”, yo me pregunto: ¿Por qué hay gente que cree lo anterior?, y analizándolo con mucha precisión llegué a la conclusión que hay pseudo bailarines que han dañado tanto a la danza como a quienes la ejercemos, por que además de hacerlo de una forma espantosa (bailar, danzar, etc.) tiene el cinismo de vender “su trabajo” a precios irrisorios, o a veces no recibir ni un centavo por todo lo bailado.
Es irónico que incluso éste tipo de personas tiene hasta suerte para vender sus “espectáculos” y no por eso me siento con envidia, simplemente es tristeza porque dañan la integridad de quienes hemos estudiado, investigado, trabajado en desde y por la danza como debe de ser.
¿Qué debemos de hacer? Es una lucha contra corriente, pero si todos ponemos de nuestra parte, defendiendo nuestro trabajo, nuestras habilidades y estudios (porque perdón pero para quienes no lo crean la danza es una carrera y muy demandante) seríamos reconocidos como debemos, o ¿ acaso no se merece un respeto nuestro niño interno que nos impulso a bailar? quitando el comercial enorme de el siguiente vídeo considero que no debemos olvidar de todo el esfuerzo de quienes estuvieron apoyándonos, de nosotros mismos,incluso de quienes no creyeron en nosotros y todo lo que dejamos de lado sin olvidar a todos aquellos enemigos que nos enfrentamos para ser grandes bailarines en nuestras áreas, como para regalar nuestro trabajo.